Informe Corporativo Integrado
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Una de las prioridades de CaixaBank es garantizar la transparencia, la independencia y el buen gobierno de la entidad, con el fin de salvaguardar los intereses de todos los grupos de interés y mantener la confianza de los inversores. Para ello, desarrolla y aplica todas aquellas políticas y normas que garanticen su buen gobierno corporativo.
 

La gestión y el control de la actividad de CaixaBank se estructuran y atribuyen jerárquicamente a los siguientes órganos: la Junta General de Accionistas, el Consejo de Administración y los órganos delegados (Comisión Ejecutiva, Comisión de Auditoría y Control, y Comisión de Nombramientos y Retribuciones).

La Junta General de Accionistas es el máximo órgano de gobierno de CaixaBank. Por su parte, el Consejo de Administración es el órgano de representación de la entidad y, al margen de las materias reservadas a la Junta General, el máximo órgano de decisión. 

Ética empresarial

CaixaBank considera fundamental garantizar que su conducta es coherente con su valores. Por eso, su Código Ético contiene las normas de conducta en las que se deben basar las actuaciones de todos los empleados y empleadas así como los miembros de sus órganos de gobierno. El Código establece como valores los de liderazgo, confianza y compromiso social.

El banco también está adherido al Pacto Mundial de las Naciones Unidas y trabaja para difundir sus diez principios, basados en los derechos humanos y laborales, el respeto al medio ambiente y la lucha contra la corrupción.

En 2013, CaixaBank aprueba una política en materia de anticorrupción que regula las relaciones con las Administraciones Públicas, los partidos políticos, las autoridades y los funcionarios así como la conducta a seguir en cuanto a la aceptación y concesión de regalos, patrocinios y donaciones a organizaciones no gubernamentales, entre otros asuntos.

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Una de las prioridades de CaixaBank es garantizar la transparencia, la independencia y el buen gobierno de la entidad, con el fin de salvaguardar los intereses de todos los grupos de interés y mantener la confianza de los inversores. Para ello, desarrolla y aplica todas aquellas políticas y normas que garanticen su buen gobierno corporativo.
 

La gestión y el control de la actividad de CaixaBank se estructuran y atribuyen jerárquicamente a los siguientes órganos: la Junta General de Accionistas, el Consejo de Administración y los órganos delegados (Comisión Ejecutiva, Comisión de Auditoría y Control, y Comisión de Nombramientos y Retribuciones).

La Junta General de Accionistas es el máximo órgano de gobierno de CaixaBank. Por su parte, el Consejo de Administración es el órgano de representación de la entidad y, al margen de las materias reservadas a la Junta General, el máximo órgano de decisión. 

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CaixaBank considera fundamental garantizar que su conducta es coherente con su valores. Por eso, su Código Ético contiene las normas de conducta en las que se deben basar las actuaciones de todos los empleados y empleadas así como los miembros de sus órganos de gobierno. El Código establece como valores los de liderazgo, confianza y compromiso social.

El banco también está adherido al Pacto Mundial de las Naciones Unidas y trabaja para difundir sus diez principios, basados en los derechos humanos y laborales, el respeto al medio ambiente y la lucha contra la corrupción.

En 2013, CaixaBank aprueba una política en materia de anticorrupción que regula las relaciones con las Administraciones Públicas, los partidos políticos, las autoridades y los funcionarios así como la conducta a seguir en cuanto a la aceptación y concesión de regalos, patrocinios y donaciones a organizaciones no gubernamentales, entre otros asuntos.